martes, 11 de septiembre de 2012

Días de verano


Este verano ha estado más o menos revolucionado por un tema principal; ¿la crisis?, ¿política tal vez?, no, estoy hablando de las Olimpiadas de Londres. Miles y miles de personas se han desplazado para no perderse el gran evento mundial, donde la mayoría de los países se unen durante unos días para hacer deporte y divertirse algunos ganando y otros simplemente participando y representando a su país. La verdad es que suena muy bonito por la tele, como no los medios de comunicación saben perfectamente cómo vender las Olimpiadas como producto y hacer que durante unos días no haya más problemas que la cantidad de medallas de oro, plata o bronce gane tu país.

Lo que no cuentan los medios de comunicación es lo no tan bonito para enseñar, la cara oscura de este evento, que desgraciadamente, deja muchos frentes abiertos.

Por ejemplo, ¿es que nadie se ha dado cuenta que el patrocinador oficial de este evento ha sido la multinacional de McDonald?, veo un tanto cómico e irónico que una cadena de restaurantes de comida rápida que ha sido siempre tan duramente criticada por el tipo de comida que vende, sea sin embargo y sin ningún problema el patrocinador de un evento de deporte, donde todos los que participan son musculosos deportistas, estoy casi segura que ninguno de los que participaron se comieron alguna de esas hamburguesas.

Pero lo que realmente me ha causado un quebradero de cabeza es lo siguiente. Resulta que se esperaban en la ciudad de Londres más de 1 millón de turistas interesados en los juegos olímpicos, venidos tanto como de Europa, América, Asia, África y Oceanía. Países desde USA hasta Afganistán juntos por el deporte. Qué bonito, unidad, solidaridad, paz, tranquilidad…¿seguro? La verdad es que las medidas de seguridad tomadas por los ingleses, son por lo menos, exagerados, y si nos ponemos a mirar de una forma más acida, podríamos decir que hasta racistas.

Está claro que los que van a participar y a ver los deportes que forman parte de los juegos olímpicos no están pensando en nada más que eso, que en deporte y obviamente querrán que gane su país ante todo, pero cada uno va a lo suyo y nadie está pensando en quien está diciendo algo que provoque una especie de pelea o guerra. Vale que la seguridad es importante, y puede que la presencia militar estuviera medianamente justificada y que para entrar a la villa olímpica te abrieran las mochilas y te obligaran a beber un poco de las botellas que llevabas y que no te dejaran llevar camisetas reivindicativas o de significado político, y…espera, volvemos al anterior párrafo y comparamos. Unidad; vale, los militares eran de todo el mundo, cada uno lucia orgullosamente su bandera en el uniforme. Solidaridad; si tenias sed después de que te abrieran las mochilas y ya que llevabas botella, bebe hombre, no seas tímido. Paz; después de tanto control más te vale que haya paz si no será más fácil que te arresten que por haber robado a los ciudadanos con impuestos. Tranquilidad; con tanto policía y militar suelto, hay muchos que podrían estar tranquilos, los deportistas cuando compiten da igual de que país fueran, pero si eres un turista y vas a verlos ten cuidado de dónde vienes porque de esa forma te trataran. Dentro del estadio daba igual que ganara Rusia, Colombia o Rumania, pero fuera de ellos cuídate mucho de llevar una camiseta con el Che Guevara, que ya se van a encargar nuestros amigos militares que están para nuestra seguridad de que te la quites.

En resumen, si tan orgullosos están los países que celebran este tipo de eventos de ser capaces de juntar a países de todo el mundo en una ciudad, no estaría mal un poco mas de tolerancia, menos tonterías y derrochar dinero en pagar a militares para que fisguen en mochilas de turistas y mas negociación en los conflictos para que luego no os entre la cánguela.

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